El Partido Democrático Progresista por este medio expresa su
homenaje a nuestros compatriotas: subteniente de Caballería Félix Fernando Fernández Duarte, vicesargento primero Genaro Dejesús Arias Palacios,
sargento primero de Infantería Robert Fabián Cañete Pereira,
suboficial primero de Transporte Lucio Dejesús Torrasca Galván, sargento segundo Sergio Daniel López, sargento
primero de Infantería Eder Arias, sargento primero de Infantería Hugo Candia y
vicesargento primero de Infantería Pablo Arias, asesinados cobardemente en un
atentado de la banda criminal autodenominada EPP ocurrido en Arroyito en el día
de la fecha.
En este momento
todos nuestros sentimientos están con los familiares y seres queridos de nuestros
compatriotas caídos en servicio a la patria, expresamos nuestras condolencias a
sus familias y a sus camaradas de las Fuerzas Armadas de la Nación.
También es un
momento de indignación. No podemos dejar de referirnos a los reiterados reclamos
al Gobierno en materia de seguridad. No
obstante haber recibido todo el respaldo del Congreso y el mayor presupuesto en
la historia en seguridad, la política del presidente Cartes en esta materia ha
sido un fracaso. A lo largo de estos 3 años de su gestión como nunca antes el
EPP ha producido secuestros, ataques y homicidios, que superan de lejos todas
sus acciones en décadas de existencia, todo esto en medio de un inédito Estado
de Excepción de facto, de más de 3 años de duración, con una inversión
multimillonaria nunca informada debidamente.
A pesar de todo
esto, el presidente Cartes ha optado por no escuchar cuestionamientos, incluso
descalificarlos y en consecuencia seguir con el rumbo que nos ha llevado a
tanto luto y dolor.
Este último
atentado refleja la realidad del combate al EPP. Mientras los jefes de las
Fuerzas Públicas a cargo del operativo se benefician de buenos salarios, una
estadía cómoda lejos de todo peligro, a veces incluso sin ir al Norte; el
personal que expone sus vidas, militares y policías de menor rango, pasan todo
tipo de necesidades y privaciones. El
dinero que no llega, que queda por el camino, es el que falta para la compra y
el mantenimiento de los blindados y otros vehículos, de las municiones, del
apoyo aéreo, entre otras carencias.
Lo más grave de todo es el desinterés y la falta de liderazgo al
más alto nivel. La responsabilidad de la seguridad del país corresponde al
presidente Cartes, quien además está a cargo directamente de la Fuerza de Tarea
Conjunta (FTC), conforme lo dispuesto en la Ley 5036/13. La ausencia de resultados y el incremento de
la violencia demuestran la ineptitud del presidente Cartes en el ejercicio de
una de sus funciones más importantes en el cargo, la de Comandante de las
Fuerzas Públicas.
El país está de
luto, pero lo más grave es que mientras no se tomen medidas correctivas
urgentes la situación va a seguir empeorando.
Horacio Cartes
se debe decidir a cumplir sus funciones, o dejar el cargo para que otro lo
haga.
Asunción, 27 de
agosto de 2016
Rafael Filizzola Serra
Presidente
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