Puede parecer un tema menor, muchas veces le damos poca importancia a las administraciones locales, sin embargo se puede hacer mucho con buenas autoridades, y padecer grandes perjuicios eligiendo a personas que no merecen nuestra confianza.
La política urbanística, el transporte público, el tránsito, las calles, la recolección de la basura, un ambiente saludable, los espacios verdes, los lugares públicos de recreación, son funciones de los municipios que están estrechamente relacionadas con nuestra calidad de vida. Indirectamente además, desde los municipios se puede cooperar activamente con el gobierno central en otras materias, como la salud, la educación y la seguridad.
La Constitución establece recursos exclusivos para las municipalidades para el cumplimiento de sus fines, que no pueden ser sustraídos ni limitados a sus gobiernos, ni siquiera por ley del Congreso.
El impuesto inmobiliario que pagamos va a los municipios en un 100%. Los gobiernos municipales tienen además una participación en lo recaudado en concepto de IVA, juegos de azar y en lo que al país le corresponde por royalties y compensaciones de nuestras hidroeléctricas binacionales. Además, reciententemente se aprobaron recursos adicionales provenientes del Fonacide.
Contrariamente a lo que nos dicen la mayoría de los jefes comunales, las municipalidades administran muchos recursos. Y en la mayoría de los casos no lo hacen bien, ni en forma transparente. Como ejemplo en los últimos meses hemos visto como informes de la Contraloría General de la República señalan el despilfarro de multimillonarios recursos, y solamente aquellos provenientes del Fonacide. Algo similar ocurre con el resto de los fondos.
Mientras ese dinero que es de todos nosotros, no llegó a su destino, ya sea porque quedó en el bolsillo de unos cuantos o por incapacidad de sus administradores, hemos lamentado la caída del techo de una escuela, que dejó a muchos estudiantes con heridas graves y vemos a diario el deplorable estado de las aulas y centros y puestos de salud en general.
El domingo no vamos a salvar el mundo, tampoco el país, pero podemos hacer mucho por el lugar de nuestras vidas, nuestros barrios y ciudades.
No te quedes en tu casa, andá a votar, y elegí bien!
No hay comentarios:
Publicar un comentario