lunes, 26 de diciembre de 2016

SOBRE EL VETO A LA LEY DE PRESUPUESTO, UN ATROPELLO MÁS A LA CONSTITUCIÓN



El veto presidencial a la Ley de Presupuesto, suma un capítulo más a las tantas acciones temerarias e inconstitucionales, que solo han tenido como consecuencia incrementar la crispación política, la inseguridad jurídica y la incertidumbre económica en nuestro país.

El Presupuesto General de Gastos es una de las funciones más relevantes del Poder Legislativo, en Paraguay y en todos los países democráticos del mundo. La facultad parlamentaria en materia de autorización de gastos se remonta a los albores del constitucionalismo y no ha sido cuestionada en siglos. Nuestra Constitución le concede expresamente esta facultad con carácter privativo al Congreso en su artículo 202 inc. 5.

Nuestra Constitución le dedica al PGN el artículo 216, que regulo un procedimiento especial para su aprobación, distinto al que se aplica a las demás leyes, y en el que no se incluye la facultad del veto al Poder Ejecutivo.

El artículo 217 por su parte establece los únicos dos casos en los que se puede mantener vigente el presupuesto aprobado para el año anterior:  cuando el Poder Ejecutivo no presente el proyecto en plazo o cuando el Congreso lo rechace.  No estamos ante ninguno de los supuestos.

La intención del Poder Ejecutivo es evidente, evitar el recorte de la deuda aprobado en el legislativo. Sin embargo, la ignorancia de lo dispuesto en la Constitución nos lleva a una crisis presupuestaria sin precedentes:

En primer lugar, porque el veto en sí mismo es inconstitucional.

En segundo lugar, al concluir este año fiscal, el país se queda sin presupuesto, al no haber ley aprobada ni reunirse los supuestos previstos en el artículo 217.

En tercer lugar, la aprobación de empréstitos es facultad exclusiva del Poder Legislativo (art. 202 inc. 10), por lo cual el endeudamiento requerido por el Ejecutivo se reduciría a 

Finalmente, el procedimiento para tratar el veto, si el Congreso no los rechaza por improcedente, requiere de un procedimiento que puede llevar varias semanas, por lo cual al menos en el mes de enero el país estaría sin ley presupuestaria vigente.

Más allá de todas estas consideraciones, la decisión del presidente Cartes coloca nuevamente al país en una situación de conflicto de poderes, una crisis permanente que solo puede traer más perjuicios a un país que padece de las desacertadas políticas económicas y sociales de este Gobierno.


En estas condiciones solo podemos esperar más desempleo, pobreza e inseguridad, y solo resta reclamar una respuesta contundente del Congreso en defensa de la Constitución.






martes, 13 de diciembre de 2016

MANIFIESTO CIUDADANO



REAFIRMAMOS QUE VAMOS A EJERCER NUESTRO DERECHO A RESISTIR “POR TODOS LOS MEDIOS” A QUIENES INTENTAN DESTRUIR NUESTRA DEMOCRACIA (art. 138 de la CONSTITUCIÓN)


Hoy en momentos en que la ambición desmedida y la bajeza moral dibujan días aciagos en el horizonte de la patria.

Hoy en momentos en que el dinero malhabido, proveniente y puesto al servicio de las mayores lacras de esta sociedad arrienda conciencias inescrupulosas carentes de todo valor ético o moral.

Hoy en el momento en que nuestra República está en riesgo y su Constitución, aquella que representa el pacto asumido para convivir en sociedad al borde de ser violada para abrir la caja de pandora y dar rienda suelta al insaciable apetito de poder que se esconde en los escombros de esta sociedad, debemos reflexionar sobre algunos hechos

La Constitución de 1992 es el gran acuerdo alcanzado por la sociedad paraguaya para consolidar las instituciones democráticas y lograr una sociedad más justa y solidaria.

Desde su promulgación hemos visto y vivido muchos intentos de interrumpir ese proceso y en todos los casos el Pueblo Paraguayo se ha levantado para reafirmar su firme vocación democrática y el compromiso de defenderla.

La ciudadanía, los jóvenes de nuestra patria, las organizaciones políticas y sociales, sin distinción de banderas y colores, con la tricolor en alto, han colmado las calles para impedir el retorno al autoritarismo en el año 96, cuando los militares se alzaron contra la Constitución y en el 99 durante el Marzo Paraguayo, donde el heroísmo de jóvenes que dieron hasta su vida, pudo más que tanques y fusiles. 

Hoy el presidente Horacio Cartes, en su afán de perpetuarse en el poder, pretende avasallar la Constitución, valiéndose de los recursos del Estado y el dinero mal habido proveniente  de las actividades ilícitas a las que está vinculado.

No es algo nuevo, otros ex presidentes en su momento han pretendido hacerlo y en todos los casos la ciudadanía se ha unido en defensa del Estado de Derecho.

Con mucha satisfacción hemos visto como, desde que se hizo pública esta nueva intención de interrumpir el proceso democrático, la ciudadanía se ha expresado en contra de una manera categórica. La defensa de la Constitución nuevamente nos une a todos bajo los colores más lindos del mundo, los de la tricolor, el rojo el blanco y el azul.

La República vive momentos difíciles. El Gobierno de Horacio Cartes ha empobrecido y endeudado al país hasta límites nunca vistos en su historia. Los medios de comunicación nos muestran hoy que ese dinero, el que debemos pagar todos los paraguayos,  se emplea para suscribir contratos con amigos y asociados. Nos muestra que Ministros del Ejecutivo suscriben contratos con la misma administración convirtiéndose en proveedores de sí mismos. Nos muestra que los Ministerios entregan graciosas concesiones a los padres de sus titulares. Nos muestra que esta administración nos ha convertido en un paraíso para el contrabando, el lavado de dinero y el crimen organizado, y condenado a nuestros compatriotas a la inseguridad y la violencia que se han apoderado de nuestras calles.

Lejos de ocuparse de los verdaderos problemas del país, el presidente Cartes dedica su tiempo a sus negocios, y mientras un titular de un medio muestra el modo en que se benefician los allegados al Jefe, en la página siguiente se muestra una nueva adquisición de cadenas hoteleras o medios de comunicación por parte de sus parientes y testaferros.  Todos los días somos testigos del festival de corrupción que involucra a sus gerentes, amigos, y a las empresas que llevan su apellido, para de una manera descarada, y esto nunca mejor dicho, hacer uso de su posición para lucrar a costa del pueblo.

El intento de seguir en el Gobierno no tiene justificación jurídica, ni ética, ni política. Es el simple afán de un grupo económico de consolidar un esquema de poder que sostenga sus intereses y obtenga de paso impunidad al crimen organizado en sus diferentes formas.

Hoy mismo las fuerzas policiales, a la vista de todos los Paraguayos, han desarrollado un supuesto esquema de control destinado a desalentar la participación ciudadana en este acto. Un esquema que, si hubiese sido dedicado a combatir el flagelo de la delincuencia hubiese obtenido resultados de los que estar orgullosos. Nunca esta administración demostró tanto celo en la identificación y persecución de los delincuentes como la que demuestra hoy en la identificación de hombres y mujeres que vienen a defender el imperio de la ley.

Y no vamos a extendernos en los argumentos jurídicos. El artículo 229 es claro cuando dice que la reelección no se puede dar “en ningún caso”. El artículo 290 define con mucha precisión los límites de la enmienda como procedimiento para modificar la Constitución. Es indiscutible además que de este tema no se puede volver a debatir hasta agosto del año próximo, porque ya se rechazó la reelección en el Senado y en Diputados.  Los constituyentes y los constitucionalistas han coincidido ampliamente que lo que se pretende es un atropello al orden jurídico. Todos los ciudadanos entendemos que esto es así, cualquiera que haya leído estos artículos lo comprende perfectamente.

Estamos ante un intento de quiebre constitucional y de interrupción del proceso democrático.

Pero hoy venimos a traer buenas noticias. Hemos visto que periodistas y medios de comunicación independientes, Colegios profesionales y asociaciones, gremios de distintas actividades comerciales, productores de distintos rubros, prestadores de servicios, distintos sectores que hacen a la verdadera y honesta riqueza de este país, sacerdotes y pastores cada uno desde sus diversos cultos y convicciones, hombres de letras, profesionales del foro todos sin ninguna distinción han levantado una única consigna: LA CONSTITUCION DEBE Y SERA RESPETADA.

Y nosotros estamos aquí, hombres y mujeres, estudiantes de distintas carreras, trabajadores de distintas actividades, políticos de distintos partidos, para reafirmar nuestra firme inclaudicable y mancomunada determinación de defender nuestra República. Dejamos en claro que lo vamos a hacer por “todos los medios” posibles, en ejercicio de nuestro derecho a resistir a quienes intenten quebrar el orden jurídico, como disponen los artículos 137 y 138 de la Constitución.

Nuestra convicción de participación no es nueva. Viene de los albores de la civilización cuando un pensador manifestó que el precio de desentenderse de la política es terminar siendo gobernado por los peores. Estamos firmemente decididos a poner freno a esta aventura y a hacer juntos que los mejores sean conductores  en esta sociedad.

Hacemos un llamamiento a la cordura, Paraguay no merece más dolor por la ambición desmedida de unos pocos. Merecemos un futuro mejor y eso solo es posible en democracia y con la plena vigencia del Estado de Derecho.

Vamos a apelar a todas las instituciones, vamos a exigir a cada parlamentario honrar su juramento, y por supuesto, vamos a ganar las calles en defensa de nuestros derechos y a enfrentar a todos aquellos que pretenden destruir el futuro de nuestros hijos.

Que sepan Cartes y sus cómplices, los que rompieron su palabra y vendieron sus votos, los que están medrando con las 30 monedas que se pagan para traicionar al pueblo, que van a encontrar en nuestros pechos una muralla imposible de quebrar, que hagan lo que hagan no vamos a permitir que nos roben nuestros sueños y la democracia en Paraguay.

NO ES NO!

VIVA LA PATRIA!


VIVA LA REPÚBLICA DEL PARAGUAY!